Té negro japonés Benifuki Cultivo Orgánico 100%

Benifuki.- el té negro japonés que apunta alto.

El té negro en Japón ha permanecido durante muchos años, relegado al terreno de lo experimental y lo meramente anecdótico. Su producción y su consumo han pasado completamente desapercibidos durante años. Esto se ha trasladado al ámbito internacional, apenas ha trascendido la exportación de té negro japonés, frente a la notoria exportación de té verde que ya todos conocemos.

Sin embargo, esta tendencia está cambiando.

Los agricultores, fabricantes y compañías de té japoneses se están interesando cada vez más por el té negro y también por el Oolong, quizá movidos por la apertura y conocimiento de otros mercados, no tan lejanos, y también por la necesidad de incorporar nuevos productos y así ampliar su gama, sin dejar, por supuesto, de ser líderes en lo que se refiere al té verde, sobre todo, tecnológicamente.

Ceylán, Qimun, Darjeeling, Assam, son emblemáticos y representativos en lo que a producción de té negro se refiere, sin embargo, desde mediados del siglo 20 se viene experimentando en Japón con híbridos y diferentes varietales de camelia assámica y camelia sinensis para fabricar té negro. Esta mezcla de cultivares está dando lugar a tés nuevos y diferentes en cuanto a sabor.

Por ello, tras probar varias versiones, nos hemos decidido por incorporar a nuestra carta este producto que siendo relativamente “nuevo”, va tomando posiciones adelantadas, debido a la originalidad de su sabor, en aquellos que conformamos la industria del té.

Hemos seleccionado un té de cultivo orgánico de cuidada manufactura, procedente de Kagoshima que está esperando a ser probado por todos los amantes del té negro, y porqué no, de todos aquellos que gustéis de experiencias nuevas.

Toda esa hibridación de varietales más el terroir característico de Japón, da como resultado una complejidad en el aroma y el sabor de este té. Destaca el profundo sabor de orejones y calabaza asada y predomina en él los sabores dulces, mucho más que en sus semejantes tés negros, con la salvedad de los tés negros chinos, dejando relegados los amargos y la astringencia a un discreto segundo plano. Nos ofrece un retrogusto afrutado y frutal que permanece en el paladar tras su toma y también en las hebras mojadas, dejando una sensación muy agradable en boca.

El fabricante propone usar para su preparación agua a 100º y dejarlo entre 3 y 5 minutos de reposo, sin embargo, a nosotros nos gusta mucho más infundirlo a 85º/90º y dejarlo entre 2 y 3 minutos de reposo.

Para foodies: marida a las mil maravillas con un desayuno salado y también puedes apostar por una merienda con galletas y gofres.

Un té diferente y estimulante en todos los sentidos. Y sobre todo, un té negro de cultivo orgánico 100%